La lucha de la mujer es una lucha de clases
c. Gabriela Espinoza
Secretaria de Prensa y Propaganda
Secretaria de Prensa y Propaganda

Cuán irritante es hablar del tema de las mujeres siendo mujer, definir lo femenino suele resultar más difícil que cualquier otra categorización, pues exige siempre un juicio de valor i espero que éste no resulte tan subjetivo.
Yo por lo menos casi siempre resulto salir del molde femenino que el sistema ha planteado bajo sus diccionarios i sus recetas, casi no tengo pechos, casi no sé cocinar, no quiero tener hijos, no sé maquillarme, no sé usar tacones altos i siendo soltera no soy virgen.
Dice la Simone que el paso del estado de naturaleza al estado de cultura ha hecho que el ser humano considere a todas las relaciones biológicas por relaciones de oposición i entonces nos convertimos en: lo Otro, con el descubrimiento del cobre i la fabricación de herramientas para trabajar la tierra, la diferencia entre la fuerza física del hombre i la mujer provocó que la mujer fuese relegada al trabajo de la casa, i así con la acumulación de riquezas, el nacimiento de la esclavitud también significó el nacimiento del patriarcado i del machismo.
La cultura de consumo nos sigue pasando la factura, con la historia el hombre fue sujeto i la mujer objeto, los medios fortalecen un modelo perverso para la mujer, la convence de que ser mujer consiste en la cantidad de cosméticos que compra, en las medidas que logra rebajar, en una feminidad hueca i sumisa, en la debilidad tapiñada de sensiblería, en la enferma necesidad de sentirnos protegidas por el brazo paternalista de la sociedad, del esposo, del compañero, del hermano, o por otro lado, en un hembrismo vanidoso i vacío. Además de todo, sigue exigiendo que la mujer cocine, lave, cuide a los guaguas, mime al esposo, i claro: trabaje.
Pero el mismo sistema que exige un modelo de mujer casi imposible crea las circunstancias para que el feminismo se desarrolle, ha creado las condiciones morales y materiales para su realización. Decía Camilo Torres que la mujer dentro de la clase popular tiene muchos deberes de tipo material i casi ningún derecho espiritual.
I yo mismo cuántas veces renegué de ser feminista porque en primera instancia detestaba una diferenciación de trato o de lucha por una cuestión de género, pero entonces me di cuenta que negar esa diferencia no negaba la existencia del problema i ¡cómo negar el problema!: ¡cómo negarlo!... si entre la misma gente de izquierda siguen habiendo todavía becerros de oro sobre el papel de la mujer!, nosotras no venimos a apoyar a la revolución, nosotras conformamos el ejército de la revolución!.
El feminismo viene como respuesta a la situación social de la mujer pero no debe cuestionar solamente la situación aislada debe cuestionar el sistema que lo produce, el feminismo por supuesto es de clase, el feminismo intrínsicamente es revolucionario.

Porque aparte el feminismo no es uno sólo, dice el camarada Mariategui que existen tres tendencias fundamentales dentro del feminismo: feminismo burgués, feminismo pequeño burgués i feminismo proletario, las mujeres como los hombres son reaccionarias, centristas o revolucionarias. No pueden, por consiguiente combatir juntas la misma batalla. En el actual panorama humano, la clase diferencia a los individuos más que el sexo.
I es por esto que hay un feminismo burgués que se reduce a un reclamo panfletario solamente literario, un feminismo pequeño burgués abrigado bajo la colcha de las ONGs que se sigue preocupando únicamente del uso de anticonceptivos i el derecho a la planificación familiar, el que inunda nuestras comunidades i nuestras parroquias rurales. Estos dos tipos de feminismo no han logrado ningún resultado trascendental pues son demasiado exclusivos para ser válidos, i por reformistas no logran destruir las estructuras de dominación patriarcal, logran únicamente tapar pequeños huecos.
I por último hay un feminismo proletario, un feminismo que nos libera de una vez por todas de los yugos sociales, económicos i culturales, si la mujer no se libera económicamente cómo se va a liberar socialmente, si las mujeres conseguimos el derecho al voto pero seguimos viviendo en un sistema corrupto, de qué nos sirve? Si conseguimos el derecho a elegir cuántos hijos vamos a tener pero sean cuántos sean igual van a morir de hambre de qué nos sirve? Aquí i ahora las mujeres comunistas decimos BASTA!, ya no queremos seguir saliendo en marchas a favor de la mujer sino vamos a salir con nuestros compañeros a favor del pueblo entero.
Sólo en el socialismo la mujer se realiza como tal, o sino revisemos la constitución de la unión soviética, ya decía Alexandra Kollontai, primera mujer embajadora en el mundo, miembro del comité central de partido comunista soviético, que cuando haya desaparecido la propiedad privada desaparecerá automáticamente el comercio de la mujer, cambiará el concepto de familia, de tareas domésticas, de situación laboral, de crecimiento intelectual i espiritual, porque cuando celebremos el día de la mujer el día domingo no solamente exigiremos concesiones, exigiremos un orden mundial nuevo, porque cuando decimos que somos doblemente explotadas, también somos doblemente revolucionarias, i somos revolucionarias en cómo concebimos a la mujer, a la familia, al amor, a la política, a nuestro trato diario con la gente, a nuestro trabajo.
Porque como hemos visto la mujer en la historia es lo que es por la concepción de la familia en base a los intereses del Capital, pero cuando el comunismo sea implantado, en vez de la familia de tipo individual i egoísta como existe ahora, se levantará una gran familia universal de trabajadores, en la cual todos los trabajadores, hombres i mujeres, serán ante todo obreros i camaradas.
El tipo de mujer creado por un siglo de refinamiento capitalista está condenado a la decadencia y al tramonto. Un literato italiano, Pitigrillo, decía: “Y bien, este mamífero de lujo se irá agotando poco a poco. A medida que el sistema colectivista reemplace al sistema individualista, decaerán el lujo y la elegancia femeninas. La humanidad perderá algunos mamíferos de lujo; pero ganará muchas mujeres.” José Carlos Mariátegui, Las reivindicaciones feministas, 1924.
Feliz día combativo de la mujer!
