
La Revolución cubana no es únicamente una transformación de las estructuras sociales, es además una profunda y radical transformación de todos los cubanos en su conciencia, costumbres, valores y hábitos, de sus relaciones sociales que nos hacen más fuertes y unidos para enfrentar todas las patrañas del imperio que nos acosa y pretende destruirnos.
Hay una expresión de José Martí que el Ché citaba a menudo en sus discursos, y que llamaba "la bandera de la dignidad humana": "Todo ser humano verdadero debe sentir en su rostro la bofetada dada en el rostro de otro ser humano". La lucha por esta dignidad es un principio ético que inspirará todas sus acciones, desde la batalla de Santa Clara hasta el último combate desesperado en las montañas de Bolivia. Es un término trascendental en la conciencia latinoamericana.