Un año más, el movimiento feminista, y la ciudanía en general, afrontamos el día internacional contra la violencia de género.
Una violencia que sufrimos las mujeres y que se manifiesta en muchos sentidos... con la violencia física que ejercen nuestros compañeros sobre nosotras, con la violencia económica de un sistema que nos ahoga en la precariedad y la discriminación salarial o con la violencia que ejerce la sociedad en la que vivimos que nos contruye unos roles sociales que se tornan impositivos, como la doble jornada laboral y doméstica que cargamos a nuestras espaldas. Estos son sólo dos ejemplos, pero hay multitud de ellos.
Especialmente hoy, desde la Juventud Comunista del Ecuador queremos poner el acento sobre las desigualdades que producen la penalización del aborto en nuestro país.
El objetivo con la penalización del mismo, vemos que no se cumple ni de cerca, las mujeres siguen abortando ante embarazos no deseados. Ante esta realidad surge una problemática concreta: el indíce altísimo de muertes de mujeres practicándose abortos, de mujeres que no tienen los recursos económicos necesarios para practicarse un aborto seguro, con lo que la problemática concreta se centra en la cuestión de la clase a la que cada mujer pertenece, de este modo, las mujeres burguesas que quieren practicarse un aborto lo harán y no sufrirán peligro alguno, y las mujeres de la clase trabajadora, estaremos completamente expuestas a riesgos.
Podemos hablar de la necesidad de garantizar por parte de los Estados democráticos, la capacidad de elección libre y plena sobre el cuerpo de las mujeres o podemos hablar de garantizar, por parte de los Estados democráticos, la necesidad de vivir plenamente nuestra sexualidad y tener unos derechos sexuales y reproductivos en nuestras vidas, pero lo cierto es que es necesario el reconocimiento de las mujeres como sujetos con capacidad para emitir juicios, optar y actuar, y para esto es necesario el derecho al aborto, y por ello, la despenalización del mismo en nuestro Código Penal. La situación actual con respecto al aborto, vulnera la intimidad y la libertad de las mujeres para decidir responsablemente sobre su maternidad.
Desde una sociedad que intenta avanzar hacia la equidad y hacia el respeto a la decisión de las mujeres, la existencia de estos problemas las deja en una situación de indefensión que no se explica en un Estado de Derecho en el que la seguridad jurídica y la defensa de la dignidad y la intimidad de las mujeres, al igual que la del resto de la ciudadanía, no sólo es un derecho sino una obligación de las instituciones de remover los obstáculos que la impidan.
La Juventud Comunista del Ecuador, consideramos que, una forma más de violencia contra las mujeres es la invisibilización de conflictos sociales tan importantes como este, que para nosotras y nosotros es un derecho, el derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos, y a la interrupción voluntaria del embarazo en cualquier momento del transcurso de este.
¡¡Fuera el aborto, del Código Penal!!
¡¡Aborto libre, gratuito!!
Ni víctimas ni pasivas... 25N, ¡Mujeres Combativas!
¡¡Sólo podemos vencer!!
Especialmente hoy, desde la Juventud Comunista del Ecuador queremos poner el acento sobre las desigualdades que producen la penalización del aborto en nuestro país.
El objetivo con la penalización del mismo, vemos que no se cumple ni de cerca, las mujeres siguen abortando ante embarazos no deseados. Ante esta realidad surge una problemática concreta: el indíce altísimo de muertes de mujeres practicándose abortos, de mujeres que no tienen los recursos económicos necesarios para practicarse un aborto seguro, con lo que la problemática concreta se centra en la cuestión de la clase a la que cada mujer pertenece, de este modo, las mujeres burguesas que quieren practicarse un aborto lo harán y no sufrirán peligro alguno, y las mujeres de la clase trabajadora, estaremos completamente expuestas a riesgos.
Podemos hablar de la necesidad de garantizar por parte de los Estados democráticos, la capacidad de elección libre y plena sobre el cuerpo de las mujeres o podemos hablar de garantizar, por parte de los Estados democráticos, la necesidad de vivir plenamente nuestra sexualidad y tener unos derechos sexuales y reproductivos en nuestras vidas, pero lo cierto es que es necesario el reconocimiento de las mujeres como sujetos con capacidad para emitir juicios, optar y actuar, y para esto es necesario el derecho al aborto, y por ello, la despenalización del mismo en nuestro Código Penal. La situación actual con respecto al aborto, vulnera la intimidad y la libertad de las mujeres para decidir responsablemente sobre su maternidad.
Desde una sociedad que intenta avanzar hacia la equidad y hacia el respeto a la decisión de las mujeres, la existencia de estos problemas las deja en una situación de indefensión que no se explica en un Estado de Derecho en el que la seguridad jurídica y la defensa de la dignidad y la intimidad de las mujeres, al igual que la del resto de la ciudadanía, no sólo es un derecho sino una obligación de las instituciones de remover los obstáculos que la impidan.
La Juventud Comunista del Ecuador, consideramos que, una forma más de violencia contra las mujeres es la invisibilización de conflictos sociales tan importantes como este, que para nosotras y nosotros es un derecho, el derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos, y a la interrupción voluntaria del embarazo en cualquier momento del transcurso de este.
¡¡Fuera el aborto, del Código Penal!!
¡¡Aborto libre, gratuito!!
Ni víctimas ni pasivas... 25N, ¡Mujeres Combativas!
¡¡Sólo podemos vencer!!
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