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29 ene 2011
20 ene 2011
En un atentado al gobierno de Cuba “todos somos autores intelectuales”: aliados de Posada
Sergio Gilberto Díaz Morejon, anticastrista que amenazó de muerte al abogado contratado por Venezuela para llevar el caso de la extradición de Luis Posada Carriles.
2 ene 2011
“52 ANIVERSARIO DE LA REVOLUCIÓN CUBANA Y A PESAR DE TODO… ¡CUBA VA!”

La entrada triunfal en la capital del país de los heróicos comabatientes, guiados por el Dr. Fidel Castro Ruz pronto acapararía la atención del mundo, conmocionado no solo por las singularidades del acontecimiento a solo 90 millas de los Estados Unidos, sino por la vehemencia de las primeras declaraciones de su líder “…esta vez los mambises si entraron en Santiago”, haciendo honor a la lucha de los próceres de la independencia que en el Siglo XIX vieron frustrada la entrada en Santiago de Cuba, reconocida como la Ciudad Héroe, de las tropas del Mayor General Calixto García Iñiguez al terminar la guerra.
¿Cómo pudo la Revolución Cubana adelantársenos en el tiempo cuando ya Bolívar, Miranda, Sucre, O' Higgins y San Martín habían derrotado al ejército español en la América Hispana, mientras la Isla permanecía como el único bastión colonial de la corona española? La respuesta es aún más interesante si sabemos que en 1853, cuarenta años después que el Libertador emprendiera la campaña admirable, nacería en Cuba José Martí, el hombre que tendría la virtud de lograr unir a todos los cubanos en la lucha contra España; el Maestro, como le llamaban sus contemporáneos, logró congregar a valientes generales que hasta entonces se comportaban como caudillos, conciliando sus más disímiles diferencias mediante su encendido verbo, su existencia marcada por ir a la cárcel siendo apenas un adolescente de 16 años de edad y su convicción de estar dispuesto a entregar su vida si fuera necesario, lo cual se recoge en su última carta escrita el 18 Mayo de 1895 “…ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber, de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extienda sobre las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más sobre América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha tenido que ser, y como indirectamente, hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas…”
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