Los que defendemos la dignidad humana como valor supremo de la vida, no nos podemos
regocijar ante el canto embriagador de la muerte. De esta manera condenamos el horrible
espectáculo que invita a la danza del odio en el teatro de la ignorancia.
Pronunciamiento de la JUCO tras el asesinato de Alfonso Cano
EL ASESINATO DE CANO: DURO GOLPE PARA LA PAZ DEMOCRÁTICA
Alfonso Cano cayó a manos de las veleidades de un gobierno, fantasiosamente convencido que con su muerte
obtendrá la anhelada paz de los sepulcros, la pacificación violenta de un conflicto que reclama
una solución menos cruenta a través del diálogo político y la búsqueda de acuerdos de paz
duraderos y benéficos para el pueblo colombiano.
Alfonso Cano se formó en las filas de la Juventud Comunista Colombiana (JUCO) en la década de los 70. Fue un destacado militante cuando era estudiante de antropología de la Universidad Nacional, siempre comprometido con la causa del movimiento estudiantil en aquellos días donde se sentaron las bases del actual modelo de educación en crisis. Las circunstancias históricas allanaron el camino para su posterior ingreso a las FARC. Desde entonces se destacó por su visión política sobre la guerra y la paz en los distintos momentos del desarrollo del conflicto interno.Por ello no fue abatido un terrorista. Fue asesinado un luchador por la paz. Paradójicamente comprendió que empuñar las armas, para muchos compatriotas, era la única posibilidad de resistir a la violencia militarista y oligárquica, la misma que instituyó el terrorismo de Estado como mecanismo de exterminio de la oposición civil y democrática. Al margen de los debates sobre la vigencia de la lucha armada, no cabe duda que Alfonso Cano era un referente fundamental para los esfuerzos encaminados a establecer las condiciones para un diálogo que pueda conducir a un proceso de paz democrática, justa y soberana.Esta situación debe concitar la convergencia de nuevas voluntades cansadas de esta guerra fratricida, dispuestas a actuar en otra dirección que no sea la prolongación indefinida del conflicto a costa de las mayorías que tienen que pagar los costos con sus vidas, bienestar e integridad. Ante la ofensiva guerrerista del santismo, la alternativa es la movilización social por el cese al fuego y la apertura de espacios civiles para el debate democrático sobre los contenidos de la agenda social para la solución política del conflicto armado.
COMITÉ EJECUTIVO CENTRAL
Bogotá D.C. Noviembre 9 de 2011
El pueblo tiene derecho a regocijarse cuando cae el Tirano.
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